Tipos de autorretratos
utilizados por Goya

1. El introducido con mayor o menor disimulo en una escena. En el cuadro Predicación de San Bernardino de Siena, encargo regio para la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid (1781-1784), Goya está bien visible entre los cortesanos que escuchan al santo.
2. El que presenta al pintor en su ejercicio del arte. El ejemplo de Goya que mejor ilustra esta especie es el pequeño Goya en su estudio (h. 1790-1795) conservado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. El artista está de cuerpo entero, vestido con elegancia, en el acto de ejecutar un gran cuadro sobre el que pinta mientras mira al modelo, virtualmente colocado en el lugar del espectador; en realidad, la mirada se dirige a un espejo.
3. El autorretrato sin pretextos. El artista practica consigo mismo; también quiere dejar constancia de su estado físico, psicológico, etc.; en algunos casos sirve de recuerdo o regalo para un allegado. El pintor se convierte en puro objeto del cuadro, como si de un retrato más se tratase. El Autorretrato de la Academia de San Fernando (1815), pintado a los sesenta y nueve años, muestra al maestro de busto, inclinado hacia la izquierda del espectador, buscando por el lateral del cuadro su reflejo en el espejo.

Véanse también:

• Autorretratos Por orden cronológico
• Indice de Autorretratos
  

Bibliografía

WILSON-BAREAU, Juliet. Goya : La década de los Caprichos : Dibujos y aguafuertes. Madrid, 1992. (Catálogo de la exposición de la Academia de San Fernando).

Ricardo Centellas