Conocido autor de sainetes, Ramón de la Cruz fue un modesto funcionario protegido por el duque de Alba. Traductor de varias obras francesas e italianas, cultivó el género de la zarzuela con obras como La segadera de Vallecas (1768) o El licenciado Farfulla (1776). El género en el que consiguió un mayor éxito es el de los sainetes, obras teatrales de reducida extensión, destinadas a los intermedios de de las piezas mayores, basadas en un diálogo cómico entre personajes de condición humilde, y que buscaban la comicidad y la sátira de costumbres. Entre las más de quinientas obras de este tipo destacan La pradera de San Isidro (1765), Las majas vengativas (1768) o Las tertulias de Madrid (1770). Aunque los ilustrados españoles no eran partidarios de esta popular modalidad teatral, Ramón de la Cruz no cayó en los excesos de comicidad fácil, e incluso mostró en ocasiones cierta sintonía con las ideas ilustradas. Luis Fernando García Marco |
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El duque de Alba |
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