| Obsesionado por la necesidad de periódicos en España, dudosamente habrá otro compatriota que fundara y escribiera tantos como él |
Si el periodismo español tiene un inventor, es este alcañizano, hijo de un oriundo de Nápoles y que vivió desde pequeño en Madrid. La España iletrada del 1700 necesitaba la difusión popular de lo escrito. Hubo quien, ya por entonces, adivinó la trascendencia del «cuarto poder»: llevar a las manos de las gentes impresos baratos diarios, en los que se divulgasen noticias, instrucción, novedades de toda suerte, para dotar al pueblo de conciencia capacidad crítica y posibilidad de opinión documentada.
Nifo creó, redactó y dirigió -a veces, él solo- más de veinte periódicos distintos. Fue el primero, con cuatro páginas, el «Diario noticioso, curioso-erudito y comercial, público y económico» (1758). Y a este siguieron un «Cajón de sastre» (semanal, 1760), la «Estafeta de Londres» (1762), el «Diario extranjero» y el «Correo General de Europa» (1763), un «Correo General de España» (1770), los humorísticos «El Murmurador imparcial» (1761) y el «Bufón de la Corte» (1767), el «Correo de Madrid o de los ciegos» (1786), en lista que se haría inacabable. La vocación de Nifo por el periodismo fue inquebrantable, lo mismo que su fe en que la educación política, ciudadana y técnica, cuando se generalizase, sería el único camino para convertir a España en una nación moderna. Políglota, curioso de todo, antologizador literario en sus hojitas, este gran precursor no resultó, a pesar de su número abundantísimo, devorado por sus ediciones, casi siempre de corta vida. No habrá, posiblemente, otro español que diese aliento, por sí solo, a tantos «medios de comunicación social». Guillermo Fatás
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